3 de mayo de 2008

"Violetas para Nadie"

Extraído de "Cuentos para Leer sin Rimel" de Poldy Bird; Edit. Sudamericana Págs 65-68.


"Las miro, profundamente azules, con un olor que trepa y se columpia en mi recuerdo. Violetas. No se me ocurre ninguna palabra para decirte; ni gracias ni son muy lindas. Nada. Mis manos tiemblan y los menudos pétalos se mueven como si un aire pasado los moviera. Un aire que viene de calles caminadas sin apuro, envueltos vos y yo en un silencio en nada parecido a éste de ahora. Un aire que viene de tardes con signos descifrables por la paciencia lenta y amiga de la ternura. Un aire que viene de veranos con oleajes tibios en el cauce celeste de la sangre. Mi voz y mis palabras se han quedado en aquel tiempo. Las busco ahora, buceando en un océano de letras como peces escurridizos. Las busco para dártelas y mi voz se niega, mi voluntad se niega, todo mi cuerpo es una negativa. Yo no sabía, creeme que no sabía, que recién me he dado cuenta. Pensé que era amor lo que me hacía resignarme a la monotonía de nuestros días. Que el amor había hecho que aprendiera a callar las súplicas. Que el amor me había convertido en esta casi-piedra que ni siquiera pretendía llamarte demasiado la atención. Te reías cuando te reprochaba la escasez de caricias, de palabras que enunciaran lo que sentías por mí. Todo estaba sobreentendido, no había nada nuevo para decir; y de repetir lo que se había dicho antes, era una cosa tonta, innecesaria. Te reías cuando los ojos se me llenaban de lágrimas al ver cómo negabas, con un leve y rítmico movimiento de cabeza, el reclamo del chico o de la florista para que le compraras un ramillete. Porque ese no, no era parte de ellos, sino para mí. Iban quedando huecos dentro de mi ser: un hueco para llenar con flores, un hueco para llenar con palabras, un hueco para llenar con ternura. ¿No notaste que en vez de una mujer tenías a tu lado un abismo profundo? ¿No notaste que en vez de una mujer tenías a tu lado el latido veloz de los vientos? ¿No te diste cuenta de que a tu lado quedaba solamente la sombra de aquella que reía apretando tu mano y haciendo repicar las cristalinas agujas de la lluvia? ¿Pudo engañarte mi contorno material, la armazón que paseaba mis vestido por la casa ordenada, el mecanismo perfecto de mis manos peinando mis cabellos y retocando el polvo sobre mi nariz? La que te amaba, la que secaba su llanto con tu mirada, la que se iluminaba cuando sembrabas besos como estrellas lustrosas sobre su piel..., aquélla que te dejó libar su néctar e injertar en su tallo la savia de tus ramas, aquélla que creyó que tu nombre era la única plegaria que llegaría a los oídos de Dios... se ha escapado de mí, ya no soy ella. No te he engañado: recién ahora acabo de darme cuenta. Recién ahora, apretando en mis manos este ramo de violetas. Recién ahora, mirándolas, profundamente azules, con un color que trepa y se columpia en mi recuerdo. Y no se me ocurre ninguna palabra para decirte, ni gracias, ni son muy lindas. Nada. Porque la ceniza cae sobre menudos pétalos. Y has comprado violetas, sí, pero muy tarde. Violetas para nadie."

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Fuente de origen de la imagen:
http://vesania.blogia.com/2006/031501-violetas..php

Links externos que puedes visitar relacionados a la autora:
http://diarios.izcallibur.com/siguelboim/poemas_varios_autores/poldy_bird/ http://perso.gratisweb.com/mariaeva30/poldybird.htm http://www.acceder.buenosaires.gov.ar/buscar.htm?newSearch=true&searchValue=Poldy%2C+Bird&searchField=creator http://ca.geocities.com/el_rincon_de_nora/indice_cuentos.htm

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lindas las palabras de Poldy. Es una genia. Este cuento lo leí cuando tenía 15 años. Gracias por permitirnos recordarlo contigo.